El crecimiento económico de China, es una de las grandes
paradojas de nuestro siglo. China se presenta hoy como una potencia de futuro.
A Napoleón hace unos
200 años le preguntaron sobre China y el mismo respondió: "Allí duerme un gigante. Dejémoslo que
duerma, porque cuando despierte se moverá el mundo entero"
Podemos hablar de
muchas intervenciones de China pero por ejemplo hablemos del Poscomunismo al Neocapitalismo.
Casi 40 años después
de la llegada de Mao (Político y estadista chino) al poder, surge en China, el
legendario líder Deng Xiaoping que convirtió a este país en una de las
economías de mayor crecimiento y poderío sobre la tierra. Bajo su liderazgo, en
torno a 1900 se elaboró una nueva constitución.
Xiaoping fue también
quien ordenó la sangrienta represión de las manifestaciones pro-democráticas de
la plaza Tienammen , donde murieron cerca de 200 personas.
El vuelco del régimen
comunista al capitalismo estuvo acompañado por una inserción acelerada de China
en la economía mundial. El comercio internacional ascendió a 36.000 millones de
dólares en 1978, y trepó a 300.000 millones en 1996. Se multiplicó por 10 en 18
años.
En los últimos 10 años
(a contar desde 1997 para atrás) logró duplicar el ingreso real per cápita de
su población (Gran Bretaña tardó 60 años en hacerlo, durante la Revolución
Industrial).
Pese a las opiniones
optimistas hacia China (este país exportará el 10% del comercio mundial), hay
opiniones diversas: Para muchos analistas políticos, la posibilidad de que los
beneficios del sistema económico liberal eche buenos frutos en un sistema
político no liberal, parece remota, aún a largo plazo.
En China, por primera
vez, un gobierno está integrado por un alto número de empresarios y no de
políticos: el jefe de Estado, Tungchi Hua, es un exitoso magnate naviero; y
buena parte de los legisladores y miembros del gabinete son empresarios y
hombres de negocios. Sin embargo, y pese a los grandes avances en su economía,
China aún está que arde.
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