domingo, 30 de noviembre de 2014

Alemania y su oro

Hace unos meses Alemania decidió, no sin crear gran polémica, repatriar el oro que por seguridad tenía depositado en Estados Unidos y Francia. Se trata de un fantástico cargamento de más de 600 toneladas del precioso metal que será repatriado a Alemania de aquí al año 2020. Ese cargamento equivale a más de dos veces el oro que atesora España.
El dorado metal viajará en avión y previo a su traslado se llevará a cabo una minuciosa identificación de cada uno de los lingotes.
Las reservas de oro de Alemania son las segundas más elevadas del mundo. Superadas solo por las de Estados Unidos, alcanzan las 3.400 toneladas, con un valor actual de 104.300 millones de euros, y se encontraban hasta ahora por motivos históricos, en su mayor parte fuera de Alemania: en Nueva York, París y Londres, principales mercados financieros donde se negocia el oro y las divisas. El oro acumulado por Alemania supera al Fondo Monetario Internacional, de China, Suiza o Francia.



Mientras tanto, la demanda de oro ha caído en el último año. Sobre todo por la menor demanda de los inversores, que han optado por otros valores refugio. Las incertidumbres sobre la recuperación de algunas economías europeas, como España, Grecia o Italia, y el impacto de la retirada de la política monetaria expansiva de la Reserva Federal de Estados Unidos, hacen pensar que el oro recuperará el papel protagonista de valor refugio. Parece que el oro siempre podrá ser una buena opción para la economía, parece que nunca se apagará.



De interés: 

La polémica estadística del BCE: españoles, italianos y chipriotas son casi los más ricos de Europa

Y para terminar, algunos países con reservas de oro:

 Holanda

 Rusia

 Italia



domingo, 23 de noviembre de 2014

LA VIA FRANCESA PARA SALIR DE LA CRISIS

  Francia tiene su propia vía para salir de la crisis. Ha puesto en marcha su programa de ajustes y reformas, pero, pese a las continuas advertencias de Bruselas y Berlín, rechaza rebajar su déficit al ritmo comprometido y evita que los recortes afecten con profundidad a su mimado modelo social. A diferencia de otros países europeos, Francia no prevé una reforma laboral, ni rebajas salariales, ni facilidades para los despidos, ni una profunda revisión de las pensiones, ni reducciones en los subsidios de paro o el salario mínimo. Nada que frene aún más el crecimiento, argumenta París. Es la vía francesa, la del ajuste medido, limitado, sin austeridad.
  Francia sigue siendo la quinta potencia mundial, la segunda de la zona euro y, hasta hoy, en efecto, ha superado la crisis con menos heridas que la mayoría de vecinos. Pero los cimientos se tambalean. Los problemas de Francia son la ausencia de crecimiento, el desempleo y la pérdida de competitividad de sus empresas. Hay consenso en esa trilogía. No en la valoración de la situación.

Luces y sombras de la economía francesa

Para que Francia gane en crecimiento, competitividad y empleo, hacen falta reformas. Pesimistas y optimistas, Gobierno y oposición, empresas y sindicatos… están de acuerdo. Una década después que Alemania, y años detrás de España, Grecia, Portugal, Reino Unido o Irlanda, el Ejecutivo francés ha puesto en marcha las suyas. Su premisa: no a la austeridad. Está en línea con el Nobel de economía en 2008 Paul Krugman, quien escribía en agosto: “Francia cree sufrir una enfermedad que no tiene y se arriesga a aplicarse un mal tratamiento”.
En grandes cifras, las reformas prevén unos recortes de 50.000 millones en el gasto público de aquí a 2017. 21.000 en 2015 y de 14.500 en cada ejercicio de 2016 y 2017. De esos 50.000, 20.000 serán de recortes sociales (sanidad, pensiones, ayudas a las familias…), 19.000 de funcionamiento del Estado central y 11.000 de ayuntamientos, departamentos y regiones.

El proyecto de presupuestos para 2015 ya recoge un primer tajo de 21.000 millones. De esa cifra, 9.600 corresponden a gasto social, una partida siempre mimada en Francia, pero sin afectar apenas a plantillas, bolsillos ni servicios públicos. En sanidad, por ejemplo, supondrán una reducción de las tasas que cobran los médicos al Estado, la rebaja de precios a los laboratorios farmacéuticos o la eliminación de servicios duplicados. Ni cierre de centros ni reducción de personal.
Las reformas incluyen la apertura a la competencia de 37 profesiones “reglamentadas”, protegidas por una maraña de normas y por tarifas que superan ampliamente la media europea. Desde notarios o farmacéuticos, pasando por procuradores o despachos de abogados, se trata de las profesiones mejor remuneradas en el país. El Gobierno anunció en verano que los consumidores podrán ahorrarse unos 6.000 millones. La apertura de comercios en domingos y festivos es otra medida para activar la economía.
La respuesta a esas cifras es la particular y especial vía francesa para superar la crisis. A Hollande y Valls solo les queda confiar en los resultados. La segunda potencia de la eurozona está en juego. Alemania, la primera, es la más interesada en que no fracasen.

No obstante, para salir de la crisis, sería bueno ahorrar a largo plazo, ya que el coro plazo implica una salida lenta de la crisis. aceleraría la salida de la crisis el aumento del gasto de las familias y el aumento de la inversión del estado, esto crearía puesto de trabajos y aumentaría el consumo..pero..¿De donde se saca el dinero para hacer eso? Ese es el grave problema de hoy en día.